HALO

HALO

Seguro que todos, en algún momento, os habéis cruzado con lo que solemos llamar una persona tóxica. Esos chupasangres andantes con dos piernas que te regalan una sonrisa que en el fondo le helaría las entrañas al mismísimo Sauron. No te voy a decir nada que no sepas...